• Todos, sin excepción, necesitamos sentirnos parte de algo y que somos útiles e importantes en ese algo.
• ¡Y los niños/as lo necesitan todavía más!
• Porque están en proceso de desarrollo, de crear su identidad, su imagen propia, su autoestima, sus valores…
• ¡Necesitan pertenecer! Y el primer grupo al que deben sentir que pertenecen es a la familia. 
• Cuando sienten que pertenecen a la familia, son más colaboradores, amistosos, comprensivos y se sienten más queridos, valorados y aceptados por todos. 
• Eso hace que más adelante puedan salir al mundo con muchos más recursos y les sea más fácil relacionarse, integrarse y adaptarse a otros grupos.
• La pertenencia ayuda a construir vínculos fuertes y sólidos entre los miembros y fomenta valores tales como el amor, el respeto, el apoyo, la empatía y el cuidado mutuo.

¿QUÉ ES LA PERTENENCIA?

• El sentimiento de pertenencia es sentirse parte del grupo y sentirse útil e importante en ese grupo (ya sea familia, clase, grupo de amigos, equipo de fútbol...).

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE EL SENTIMIENTO DE PERTENENCIA?

• Porque nos hace sentir amados y aceptados.
• Nos da identidad y seguridad.
• Nos aporta raíces y nos hace sentir orgullo.
• Nos da valor como personas.
• Nos hace sentir que contamos con el apoyo, cariño, comprensión y empatía de "los nuestros".
• Nos hace estar más predispuestos a participar, colaborar, cooperar y seguir las normas de convivencia.
• Nos hace estar más predispuestos a cuidar de todo y todos los que forman parte de nuestro grupo.
• Nos da confianza y autoestima.

¿QUÉ SUCEDE SI EL NIÑO/A SIENTE QUE NO PERTENECE?

• Se siente desalentado.
• Se siente mal, triste, solo...
• Se siente no amado, no importante, no útil, que no puede contribuir.
• Baja su autoestima.
• Se "porta mal".
• No colabora.
• Se aísla.
• Se deja influenciar.

¿CÓMO DARLE PERTENENCIA?

• Acéptalo tal y como es y asegúrate de que sabe que le amas independientemente de lo que haga, diga, sienta o piense.
• Valora sus ideas e opiniones, para que se sienta importante y tenido en cuenta.
• Deja que te ayude, para que se sienta útil y que puede contribuir.
• Déjale tomar decisiones.
• Dale tareas y responsabilidades (acordes a su edad y maduración).
• Atiende todas sus necesidades (sí a todas, pero cuidado, no es lo mismo una necesidad que un deseo o un capricho).
• Comparte tiempo y actividades con él y el resto de la familia. Buscad aficiones o interese comunes y cultivadlos en familia. Sin olvidar que cada uno puede tener también sus propias aficiones distintas al resto. 
• Trátalo siempre con respeto y cariño.
• Practica la escucha activa.
• Deja que exprese todas sus emociones. Sé empático y valida todas sus emociones.
• Ayúdale a reconocer sus habilidades y capacidades, así como a desarrollarlas, para que tenga una buena imagen de sí mismo y no tenga miedo a relacionarse.

¡DILE CADA DÍA QUE ES IMPORTANTE PARA TI Y PARA LA FAMILIA Y LO MUCHO QUE LE QUIERES!