Supongo que todos estamos sorprendidos y consternados. Quizás también se siente miedo... o rabia... o impotencia...

Si nosotros nos sentimos así por la guerra, ¡imagina los niños!

Si ya es complicado entender el mundo, más complicado es explicarlo a los peques, sobre todo en momentos tan difíciles como este.

Pero el problema es que muchos niños saben que algo pasa, han visto imágenes o han oído conversaciones. Por desgracia, la mayoría no están ajenos a lo que está sucediendo.

Por eso es importante observarles y explicarles lo que sucede, somos sus figuras de referencia, solo nosotros podemos darles paz, seguridad y las respuestas que necesitan oír.

Pero, ¿Cómo podemos hacerlo?

Seguro que tienes mil dudas, por eso hoy te traigo algunos consejos para abordar el tema de la guerra, qué y cómo contarles, cómo ayudarles a afrontarlo, etc. 

CÓMO HABLAR DE LA GUERRA CON LOS NIÑOS/AS

Según su edad:

Antes de los 6 años: lo mejor sería no hablarles de ello, a menos (muy importante) que ellos pregunten. Haz “dieta” de información y medios y evita hablar del tema si pueden oírte.

Entre los 6 y los 12 años: ya pueden empezar a entender estos temas. Así que fíjate bien porque, aunque no pregunten, seguramente ya habrán oído algo. Entonces es mejor sacar nosotros el tema, preguntarles y asegurarnos de que reciban la información de nosotros. Evitaremos confusiones y miedos. Aquí los libros son grandes aliados, sobre todo si no sabemos cómo abordar el tema. Aquí te dejo una completa recopilación:

26 cuentos y libros para educar en la paz

A partir de los 12 años: debes hablarlo con ellos sí o sí y asegurarte de crear ese espacio de confianza y seguridad donde puedan expresarse libremente.

A todas las edades:

·      Antes de hablar del tema, fíjate en cómo estás tú: valida tus emociones, acepta tu malestar y encuentra tu calma. Deja de ver las noticias si solo te angustian. Cuídate emocionalmente para poder acompañar mejor al niño/a.

·      No evites el tema.

·      Nunca mientas.

·      Obsérvalo y escúchalo bien, para averiguar si siente miedo, angustia, tensión… o tiene preguntas.

·      No te adelantes a contar más de lo que necesita saber o más de lo que te está preguntando.

·      Por eso, antes, averigua qué sabe y cuál es su inquietud concreta sobre el tema, para saber qué contar y qué no y hasta donde quiere/necesita saber. Ejemplos: “¿Habéis hablado de la guerra en el colegio?, ¿Qué os han contado?”, “¿Qué quieres decir con eso?, ¿Qué es lo que te preocupa exactamente?”.

·      Busca un momento y lugar tranquilo para hablar de ello y hazlo desde la calma y la serenidad. No te contagies de su emoción si el niño/a tiene miedo, ansiedad…

·      Estate atenta a los signos de ansiedad en el niño/a: modificaciones en el patrón de sueño o de comida, está más irritable, inseguro, tiene dolor de estómago…

·      Trata de apaciguar sus preocupaciones, pero sin quitar importancia a lo que siente.

·      Valida sus emociones, dile que es normal sentirse como se siente.

·      Adapta la información a su edad. A más edad, más profundidad y más información puedes dar, pero evita dar explicaciones excesivamente extensas y detalladas, mejor solo lo que necesite cada niño/a para quedarse tranquilo.

·      Evita que vea noticias o imágenes atemorizantes o demasiado violentas. Si te pide ver, selecciona antes.

·      Haz que se sienta escuchado, seguro y protegido. Y que estás ahí para todo lo que necesite.

·      Abre siempre una puerta a la esperanza: explícale que hay una guerra pero que también hay muchas personas trabajando duro para que termine pronto.

·      Preguntaos juntos qué podéis hacer para sentiros mejor ¡y hacedlo!

·      Lo peor suele ser sentir que no podemos hacer nada, pero siempre se puede ayudar de algún modo, buscad juntos las iniciativas que se están realizando en vuestro barrio o ciudad, como por ejemplo recogida de comida, medicamentos y ropa.

·      Asegúrate que no se queda con dudas o preguntas sin responder, pues rellenará el hueco con su imaginación (y eso podría dar lugar a más miedo, estrés, inseguridad…).

·      Enséñale a vivir en el aquí y el ahora, de nada le servirá pensar en lo que puede o no puede llegar a pasar. Centraos en el momento presente y en lo que está en vuestras manos hacer.

·      Empatía, sinceridad, sensibilidad, comprensión y compasión son la clave.

·      Y dejar las vías de comunicación siempre abiertas para que sientan que pueden expresar todas sus dudas.

·      Usa estos cuentos y libros: cuando son pequeños te servirán para iniciar el diálogo, abordar el tema y hacérselo más comprensible; cuando son más grandes también te ayudarán a hacerlos reflexionar y a crear debate.

FUENTE: CLUB PEQUES LECTORES