Iniciar a los más pequeños en el conocimiento de la biodiversidad más próxima, es un paso básico para que en el futuro lleguen a apreciar, a respetar y a actuar de una forma consciente a favor de la biodiversidad global. Por ello, en nuestro Colegio, disponemos de materiales y actividades que permiten dar a conocer esta biodiversidad cercana al alumnado.

Respecto a los que piensan que “si no echamos química, los bichos se lo comerán todo”, lo que se observa en la práctica es que, si se hace bien, apenas aparecen problemas asociados a plagas y enfermedades. Y, cuando alguna plaga o enfermedad hace su aparición en un determinado cultivo, en agricultura ecológica siempre tenemos a mano remedios sencillos para que no se conviertan en verdaderos problemas, ni mermen la calidad o la cantidad de las cosechas.

Esta semana, alumnado de 2º y 3º de E. Primaria, ha visto que la biodiversidad es fundamental para el equilibrio ecológico del planeta Tierra y en concreto para nuestro HUERTO ESCOLAR ECOLÓGICO.  En función de su forma de acción han podido distinguir principalmente entre depredadores y parasitoides.

• Los depredadores buscan activamente a los individuos plaga y se los comen.
• Los parasitoides ponen los huevos en el interior o exterior del cuerpo de su huésped, de manera que las larvas se desarrollarán a expensas del insecto plaga, al que van debilitando paulatinamente hasta que, al final de su ciclo, acaban por matarlo.

Además, han trasplantado dos cultivos de temporada: la acelga (hortaliza diurética y laxante) y la zanahoria (hortaliza muy nutritiva y también diurética y depurativa). Y terminamos el trabajo en el huerto manchándonos un poco las manos aplicando posos de café y ceniza de leña. De esta manera se añaden altos niveles de nutrientes beneficiosos para los cultivos como nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio, azufre… que ayudan a detener la podredumbre y sirven como repelente de plagas.

Finalizamos haciendo un guiño a nuestro refranero popular asturiano que nos dice: “De un cólico de acelgas nunca murió rey ni reina”.