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Avda. de Valentín Masip, nº 31.
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La información es útil continuamente y durante toda la vida. Por tanto, no es necesaria sólo cuando estudias, sino siempre.
Ya tienes ciertas habilidades adquiridas para conseguir datos de una forma más o menos espontánea, lo que precisas ahora es aprender a manejar la información de una forma más ordenada y científica.
Estas técnicas las necesitas para trabajar de forma rápida y ordenada, para buscar nueva información y recordar la que ya posees, para irte formando tu propio archivo o fondo de documentación.
Las técnicas de manejo de la información se dividen entre las que te habilitan para buscar la información y las que te enseñan a elaborarla.
BÚSQUEDA DE LA INFORMACIÓN
Las técnicas de búsqueda de la información, o documentación, te facilitan el acceso a la información desconocida o ya conocida y archivada.
Ten en cuenta que suele ser más importante en la vida saber dónde están las fuentes de la información que la información misma. Puede que sea más listo el que más sabe, pero es más inteligente el que sabe dónde informarse bien.
Hoy, con la posibilidad de Internet, el acceso a la información se ha multiplicado de forma tan espectacular, que lo importante ya no es localizarla, sino ser capaz de distinguir la buena de la mala y seleccionar la mejor. Por eso, cuanto antes te inicies en el manejo de Internet, tanto mejor para acceder a la información.
¿A dónde y a quién acudir para informarte o documentarte sobre lo que estudias? Entre otras posibilidades, tienes:
LAS PERSONAS
Cuando vas por una ciudad desconocida y deseas localizar una calle, lo más elemental es preguntar a alguien que te oriente. Esta forma de buscar información, recurriendo a las personas que saben, también debería ser la primera en tu vida de estudiante.
No tengas miedo de preguntar en clase cuando algo no te quede claro o tienes alguna duda. Pregunta a tus padres o hermanos mayores cuando estás haciendo los deberes, pregunta también a tus compañeros cómo han resuelto ellos los problemas.
Esta actitud te servirá mucho en la vida. Un buen estudiante y una persona que quiera triunfar en el trabajo debe mantener siempre despierta la curiosidad y saber informarse de las personas que tienen el conocimiento y la experiencia.
Cuando busques información, por ejemplo, en las bibliotecas, a las que has de acudir con frecuencia, no tengas reparo en preguntar a las personas responsables. Ellas, por conocimiento y experiencia, te pueden orientar perfectamente sobre lo que buscas y así te ahorrarás mucho tiempo en tus investigaciones.
LOS DICCIONARIOS
Ya tienes cierta experiencia en el manejo de los diccionarios, tanto en los de lengua como en los de idiomas, y ya sabes cómo hay que usarlos. Sin embargo, conviene que profundices en su utilización.
Los diccionarios sirven para bastante más que para localizar una palabra o locución y averiguar su significado, clase gramatical y uso. Cada vez más te debes servir de ellos para hallar la palabra precisa para el texto que estás escribiendo o encontrar el significado más adecuado de cada vocablo en el contexto donde está inserto.
Es un buen hábito no quedarte sólo en la palabra que buscas. Mira las anteriores y posteriores, te ayudará a situar la palabra dentro de la familia; observa los sinónimos y antónimos; la raíz y los derivados. Esa sed de curiosidad te será siempre de gran provecho.
Otra buena costumbre que puedes adquirir es leer el diccionario de vez en cuando. Sí, el diccionario también puede ser un libro de lectura y no sólo de consulta. Te ayudará a encontrarte con palabras insospechadas y curiosas, que permanecerán siempre en la sombra si sólo utilizas el diccionario como fuente de consulta. Si el que utilizas está ilustrado, te será más interesante y divertida su lectura.
Cuando vayas a la biblioteca, consulta la sección de diccionarios y comprobarás que los tienes de todos los tamaños y especialidades. No sólo existen los típicos de lengua o idiomas; los hay también de personas (escritores, músicos, pintores...), de materias (cine, teatro, cómic, música, literatura, libros...), de historia... Te sorprenderás de la variedad y, sólo con saberlo, en algún momento te será de gran utilidad para recabar la información que precises.
LAS ENCICLOPEDIAS
Como fuentes de información o documentación tienes también a tu alcance los diccionarios enciclopédicos y las enciclopedias propiamente dichas.
Los diccionarios enciclopédicos, además de la definición de la palabra, te ofrecen información sobre diversas ramas de la ciencia (historia, geografía, literatura, zoología...). Incluyen nombres propios de personajes, ciudades, ríos, etc.
Las enciclopedias son obras amplias, se presentan ordinariamente en varios tomos, que ofrecen información compendiada sobre diversas ramas del saber.
Las hay publicadas en soporte papel, pensando directamente en los estudiantes de Primaria o Secundaria y las asignaturas que tienen que estudiar. Ofrecen la información ordenada y sistematizada, ampliando la que viene en los libros de texto.
Otra modalidad cada vez más extendida, muy cómoda y fácil de manejar, es la enciclopedia que se presenta en soporte informático, como la famosa Encarta.
Unas y otras, que puedes tener en casa o consultar en bibliotecas, te serán de gran utilidad para hacer trabajos y ampliar la materia presentada en el libro de texto.
Como puedes suponer de todo lo dicho, un estudiante inteligente no se limita a estudiar sólo con su libro de texto; al menos, por curiosidad, consulta otras fuentes de información para ver cómo presentan el mismo tema.
INTERNET
Actualmente el acceso a Internet cada vez es más universal y seguramente tú eres un internauta que sabe navegar por la red con mayor o menor pericia, desde tu casa, el centro de estudios, la biblioteca u otro lugar público.
Acceder a miles de páginas web es tan sencillo como teclear la dirección dada cuando estés conectado a la red. Si desconoces la dirección exacta es suficiente escribir la palabra reclamo en cualquier buscador; el más popular posiblemente sea Google.
Por ejemplo, si estás estudiando las figuras literarias y quieres saber más sobre la versificación, teclea «versificación» (las comillas acotan más la búsqueda) y en un instante tendrás numerosas entradas a páginas que contienen la información que deseas. Lee las líneas de presentación de cada una de ellas y tendrás orientación suficiente para seleccionar las mejores. Con la práctica y la orientación de profesores y personas más experimentadas, pronto sabrás navegar con buen rumbo.
Hoy no debes prescindir de esta herramienta de trabajo, que te facilita acceder a miles de centros de información de todo el mundo y que proporciona los datos actualizados, pero úsala en su justo medio, con criterio. Pues es fácil «engancharse» y saltar de una página a otra que se repiten o se copian. Si no te marcas unos límites y ajustas la búsqueda a un criterio preciso, fácilmente se te pasarán las horas y no habrás recogido información especialmente interesante.
Para la búsqueda de información en la etapa de Secundaria posiblemente te sea de mayor utilidad y efectividad utilizar las enciclopedias. Internet puede ser un bosque demasiado espeso en el que fácilmente te pierdas si no cuentas con la ayuda de profesores o padres que te den las orientaciones precisas de búsqueda.
LIBRERÍAS Y BIBLIOTECAS
Aunque no compres, es una buena costumbre que evidenciará siempre tus ganas de aprender, seas estudiante o no, visitar las librerías y curiosear los libros nuevos o los existentes en una sección determinada. Esto es más fácil en las grandes librerías. Así comprobarás lo que hay, podrás comparar publicaciones diferentes sobre los mismos temas y poco a poco aprenderás a valorar lo bueno y a arrinconar lo mediocre o malo.
Mantén la misma actitud en las bibliotecas. No las utilices sólo como lugar de estudio o depósito de libros al que acudes cuando te obligan a leer alguno. La biblioteca es un templo de sabiduría, un lugar que te ofrece infinidad de posibilidades de enriquecerte culturalmente. No las desaproveches.
Utiliza la biblioteca de tu centro de estudios, desde luego; pero también la de tu barrio o zona y otras más de la ciudad. El carné de estudiante te abre más puertas de las que supones y, cuando seas universitario, no pierdas tampoco la oportunidad de visitar las bibliotecas de otras facultades diferentes de la tuya.
MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Otra fuente de información de la que nos servimos continuamente, casi sin darnos cuenta, es la de los medios de comunicación. De hecho, ordinariamente, funcionan más como medios de información que de comunicación.
Los periódicos, las revistas, la radio, la televisión nos rodean por doquier. También en ellos encontrarás una información valiosa que te será útil en tu vida de estudiante.
En contraste con los libros de texto, la información de los medios no está estructurada, viene condicionada por la actualidad o la noticia del momento. Pero un estudiante inteligente, que ha ojeado con cierto detenimiento los libros a comienzo de curso y sabe lo que le va a tocar estudiar en los meses sucesivos, es previsor: de lo que sale en la prensa escrita va recortando y guardando; de lo que ve en la tele o en el cine, hace también su ficha o anotación y la guarda.
Si cultivas esta actitud y hábito de documentación, comprobarás que lo que estudias no está tan lejos de la realidad, te ayudará a comprender el mundo donde vives y, llegado el momento de estudiar determinado tema, podrás poner ejemplos y ampliar lo expuesto en el libro.
FUENTE: LIBRO TÉCNICAS DE ESTUDIO PARA ADOLESCENTES DE ANTONIO GONZÁLEZ
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