Colegio Nazaret Ovideo ReiniciaTe

Colegio Nazaret Oviedo

¡AdelanTe, siempre adelante!

   

 

Avda. de Valentín Masip, nº 31 + 34 985 23 19 00  info@colegionazaret.es 

¿Para qué sirven las clases?

El buen o la buena estudiante tiene clase en la clase, valga el juego de significados de la misma palabra. Es decir, es una persona con valor, con categoría, con cierta nobleza; no se conforma con asistir, con estar en el aula de cuerpo presente y mente ausente.

Todos tenemos en la cabeza la imagen de ese mal estudiante que se levanta de mal talante por las mañanas, al que la madre le repite mil veces «¡ya es hora!» antes de que, por fin, se despegue de las sábanas. Desayuna mal y a regañadientes, se lava como los gatos, y le cuesta Dios y ayuda vestirse para ir al centro de estudios.

Esa es una pésima forma de comenzar el día y motivarse para estudiar. Seguro que a este mismo estudiante cuando llega al centro de estudios, apenas le sale un hilo de voz para decir «buenos días» a los compañeros o a los profesores. Más bien se sentará dejándose caer sobre la silla, sacando el libro correspondiente —si es que no lo ha olvidado en casa— y se dispondrá, como si fuera un prisionero, a estar en la clase con el mismo entusiasmo que un picapedrero en una cantera de trabajos forzados.

Esta actitud, que es muy frecuente, demuestra que el chico o la chica no ha asumido su papel de estudiante, carece de entusiasmo y motivación. Lógicamente los resultados a corto y largo plazo son previsibles. Como mucho, logrará pasar de curso, pero aprenderá poco o nada; no habrá hecho la vida más soportable ni para él, ni para los compañeros, ni para el profesorado.

Sí, lo primero que debería conseguir el buen estudiante es que la clase fuera un lugar agradable, una experiencia gratificante, donde todos se encuentren bien, relajados, a gusto; y a donde acude con ganas y con alegría porque es la gran oportunidad que tiene para mejorar en todos los aspectos de su vida.

Esto no significa que todas las clases y profesores despierten el mismo interés y agrado, pero todas son educativas; son un reflejo de la vida misma, pues no todo lo que nos sucede en ella es alegre y divertido.

En las etapas de estudios medios los sitios en clase suelen ser obligados, pero siempre que puedas elegir tú, no tengas reparo en situarte en las primeras filas; te ayudará a mantener la atención, a tomar mejor los apuntes y a cultivar la cercanía y familiaridad con el profesor.

¿PARA QUÉ SIRVEN LAS CLASES?

Las clases son un medio imprescindible para el estudio y el aprendizaje. El buen estudiante se da cuenta enseguida de que el aprendizaje y la sesión de estudio comienzan en la clase. Quien asiste a clase de forma atenta y activa, ya está estudiando.

Las clases son momentos de OPORTUNIDADES múltiples:

Oportunidad para la convivencia gratificante con los compañeros y compañeras, para hacer y mantener amistades que te marcarán para toda la vida.

Los compañeros también te darán, y puedes darles tú, la oportunidad de trabajar en equipo. Muchos estudiantes tienden a aislarse y trabajar individualmente, pero no es una actitud loable.

Es mejor formar con quienes sintonices equipos informales de trabajo y apoyo. Sirven para ayudarse en los estudios, para saber a quién recurrir si pierdes alguna clase, para completar tus anotaciones y apuntes, para solicitar una aclaración sobre lo explicado...

Además de favorecer la amistad, el trabajo en equipo ayuda a ser más eficaces como profesionales del estudio. Más aún, para los que van mejor en los estudios, siempre será una forma de ser solidarios y ayudar al prójimo sin tener que ir muy lejos.

Oportunidad para colaborar con profesores y educadores que te guiarán por caminos nuevos del conocimiento, de los valores, de la exigencia...; que te ayudarán a crecer, a descubrir tus posibilidades y a dar lo mejor de ti. Una buena relación personal con ellos te será muy beneficiosa.

Procura verlos y tratarles como personas, no sólo como profesionales de sus respectivas materias. Esta actitud positiva hacia ellos te hará más fácil la atención en clase y el estudio. La familiaridad no está reñida con el respeto; es más, lo favorece.

Piensa que, igual que a ti, a ellos y ellas les agrada que te intereses por las cosas que quieren y les gustan, por su familia...; que les felicites por sus éxitos, por una clase bien dada, por algo que han preparado de forma especial, por su cumpleaños, etc.

Sé valiente y no te dé corte pedir perdón personalmente cuando hayas metido la pata, tenido un mal comportamiento o no hayas estado a la altura de las expectativas que tenían sobre ti.

Busca el consejo, además de las explicaciones docentes, de tus profesores. Ellos saben mucho, por dedicación y experiencia, de las materias y de los estudiantes. No desaproveches la posibilidad de encuentros para que te aconsejen sobre cómo enfocar o estudiar la materia; para que te orienten sobre cómo debes proceder según tus posibilidades y características personales y las horas de estudio que dedicar a su asignatura.

No siempre será necesario acudir a la charla formal en los despachos, a veces es suficiente la cercanía y familiaridad en los recreos o los tiempos muertos entre clase y clase.

Piensa que ambos, profesores y tú, tenéis un trabajo común y unas metas idénticas. Tu éxito como estudiante y tu personalidad como individuo son tu orgullo y el suyo. Por tanto, lo más inteligente es colaborar y llevarse bien.

Una buena relación con el profesorado se deteriora cuando:

  • Partes de la desconfianza, del distanciamiento, de la sospecha, de los prejuicios. A veces circulan opiniones sobre los profesores que son calumniosas e injustas y los estudiantes las dan por buenas, sin hacer un esfuerzo por buscar la verdad y superar las ideas preconcebidas.
  • Tus comportamientos en clase son deficientes: llegas tarde, estás distraído, molestas, haces comentarios inoportunos, olvidas las cosas que debes traer, no te ofreces voluntario a salir a la pizarra, no das tu opinión...
  • Destilas irresponsabilidad: no haces los trabajos, no preparas los exámenes, no propones algo por propia iniciativa cuando un examen o trabajo te ha salido mal; eres desordenado y poco limpio en la presentación de escritos, apuntes y trabajos.
  • No asumes tus errores como encajar un correctivo o una bronca —incluso aunque sea injusta— o seguir los consejos...

La buena relación con el profesorado pasa también por la propia honestidad. Muchas veces se culpa a los profesores del propio fracaso. Se dice que es un mal profesor, que no sabe explicar, que exige mucho, que es antipático y todo lo imaginable, para justificar la propia vagancia e irresponsabilidad.

Cada maestrillo tiene su librillo, dice el refrán; y es cierto. Por tanto, entérate bien del sistema de trabajo que utiliza y exige cada profesor y amóldate a él.

Oportunidad para tener buenas relaciones con los libros. Uno de los detalles que detectan si un estudiante es bueno o malo, es ver sus libros de texto y observar cómo los trata.

La clase es también una oportunidad para tratar bien los libros, como amigos que te ayudan, como herramientas necesarias. A los libros hay que respetarlos, cuidarlos, mantenerlos limpios; pasar bien sus hojas, sin pellizcarlas; haciendo los subrayados necesarios, pero sin borrones, tachones o suciedades.

Se puede trabajar muy bien el libro y terminar el curso dejándolo en buen uso. Algunos estudiantes los conservan después, otros los revenden y, no pocos, los regalan a instituciones o asociaciones que los donan a estudiantes más pobres o de otras partes del mundo; es una bonita forma de ser solidarios.

Oportunidad de tener buenas relaciones contigo mismo. En efecto, las clases, como otros acontecimientos de tu vida, te ayudan o te impiden estar bien contigo mismo, sentirte satisfecho.

Si las aprovechas, si te llevas bien con los compañeros y profesores, serán un manantial de gratificaciones.

En cambio, si estás a disgusto, si no te comportas bien, si pierdes el tiempo y fastidias a los demás, todo eso se volverá contra ti y cada vez te sentirás peor; hasta que llegue un momento en el que te sean insoportables, y tú mismo te sientas un ser fracasado.

FUENTE: LIBRO TÉCNICAS DE ESTUDIO PARA ADOLESCENTES DE ANTONIO GONZÁLEZ

NUESTRAS REDES SOCIALES

   

Contacto

 

Avda. de Valentín Masip, nº 31

33013 - OVIEDO

Tfno.: 985 23 19 00 - Fax.: 985 27 07 19

Contacto: info@colegionazaret.es

Cómo llegar. Ver mapa

Education - This is a contributing Drupal Theme
Design by WeebPal.