Pilar Bobes Monte, misionera de nuestra Congregación, Hijas de María Madre de la Iglesia, ha tenido ha tenido esta mañana un emotivo encuentro con los alumnos y profesores de Educación Primaria y Secundaria. En ambos nos dio testimonio de la gran labor que hace en Mozambique (África) y de la importancia de nuestras aportaciones económicas para levantar los proyectos que llevan a cabo en su misión.

Pilar, misionera desde hace doce años en Mozambique, nos transmitió un mensaje de alegría y esperanza. La “escolinha” comunitaria que fundó hace más de seis años, junto con dos hermanas más de la Congregación, continúa funcionando a pleno rendimiento. Pero la labor de un misionero va mucho más allá: asistente social, maestro, enfermero, taxista… Todos los trabajos posibles al servicio de los demás, en un mundo en el que la necesidad de todo solo se puede suplir con mucho corazón. Esta realidad nuestra es “muy egocéntrica”, basada en el “yo, aquí y ahora”, pero de donde ella viene no se concibe la vida sin hospitalidad, recibiendo a todo el que pasa con los brazos abiertos, aunque no se tenga nada para compartir, no siendo la sonrisa y el tiempo, sentados sobre un cubo de agua…

Al preguntarle un alumno la diferencia entre un voluntario de una ONG y un misionero, Pilar responde que ambos realizan una importante labor, pero el del misionero es un compromiso vital y definitivo, una promesa de amor al prójimo. No puede encajar mejor con nuestro lema de este año:

“ContigoSíContigoSiempre”